Según el Informe Nacional del Empleo Inclusivo (INEI), en Colombia, para el año 2022, el 24.3 % de la población total estaba compuesta por jóvenes de entre 14 y 28 años. De estos, solo el 5.5 % culminaron su formación universitaria y apenas el 0.5 % logró finalizar un posgrado. Además, la Encuesta Jóvenes con Potencial 2023 reveló que el 81.9 % de los jóvenes bogotanos desean estudiar y el 17.5 % de quienes no acceden a la educación superior lo atribuyen a la falta de información, orientación y acompañamiento.
Frente a este panorama, las universidades han reforzado sus estrategias de orientación vocacional y socio-ocupacional a través de ferias estudiantiles, buscando mejorar la conexión de los jóvenes con la educación superior y garantizar su permanencia. Según Luis Eduardo Mantilla, jefe de Relaciones Públicas de Utadeo, estas dinámicas «ayudan a los estudiantes a conocer la oferta disponible y a descubrir sus verdaderos intereses, ya que en ellas se brinda orientación vocacional, talleres y espacios donde los estudiantes pueden explorar de manera real los programas que les interesan y así elegir de manera informada.»
El objetivo de estas ferias es proporcionar a los jóvenes información integral sobre los programas académicos, el campus, métodos de pago, financiación, descuentos y servicios de bienestar. También se fomenta la interacción directa con orientadores y profesores quienes están disponibles para resolver dudas y ofrecer orientación personalizada.
“Estas ferias están dirigidas principalmente a los aspirantes que desean estudiar o que están en proceso de decidirlo. Además, involucramos a padres, profesores y orientadores, para brindarles la información necesaria que apoye el proceso de decisión de los jóvenes», añadió Mantilla.
A lo largo de los años, las universidades han adaptado y perfeccionado sus enfoques para que estas ferias no solo sean un espacio informativo, sino una herramienta de apoyo para el autoconocimiento y la toma de decisiones acertadas. “Nuestra primera feria estudiantil fue hace aproximadamente 16 años. Desde entonces, hemos ido ajustando nuestras agendas y actividades según las necesidades de los visitantes. En la última feria de Utadeo, Expotadeo recibimos a más de 2 mil estudiantes con los que exploramos la conexión emocional de ellos con los programas a los que desean acceder», indicó Montilla.
Paula Andrea Ramírez Martínez, psicóloga de Utadeo, enfatiza en la importancia de acompañar la toma de decisiones educativas acertadas. “Cuando un estudiante no recibe orientación vocacional a tiempo, antes de iniciar su formación en educación superior, es más probable que tome decisiones apresuradas o mal informadas. Esto puede llevar a un bajo desempeño académico, frustración e incluso deserción», explicó Ramírez.
Ramírez también destacó que la orientación vocacional previa a la elección de carrera ayuda a los estudiantes a sentirse seguros en su decisión, reduciendo así el riesgo de abandonar el programa. «Al sentirse confiados en su elección, es menos probable que los estudiantes se enfrenten a dudas sobre si la carrera corresponde a sus aptitudes», continuó.
Si bien los principales retos para los jóvenes incluyen las expectativas familiares, la situación económica y la falta de oportunidades laborales, la experta advierte que el autoconocimiento limitado también puede influir negativamente en la toma de decisiones académicas, afectando su capacidad de adaptación y permanencia en el sistema educativo.
“Brindar información clara y acompañar a los estudiantes durante sus primeros semestres facilita su adaptación a la vida universitaria, contribuyendo a la continuidad y eventual culminación de su carrera”, puntualizó Ramírez.
Estas iniciativas permiten a los jóvenes tomar decisiones fundamentadas en sus habilidades e intereses, ayudándoles a elegir el camino académico o profesional que mejor se adapte a sus expectativas y metas; y a las instituciones educativas a brindar una educación pertinente con las necesidades del mercado.